Este Hombre le Pidió El Divorcio y Quedo Aterrado Con La Respuesta de Su Esposa... Y La Última Línea Me Partió El Corazón...
Quizá tú ya hayas leído esta historia varias veces, pero aún si la vuelves a leer estoy seguro que llorarás. Ya qué es una historia del gran alcance del amor que creo que todos y cada uno de nosotros debería leer. Sí, es muy triste, pero también nos deja una gran enseñanza que es muy importante sobre el amor y las relaciones. El gran amor que debe exisitr en un matrimonio con la persona que decidimos escoger para compartir toda una vida.
En la actualidad las relaciones ya no son duraderas, pues muchas de ellas ya no están basadas en el amor y al final de cuentas terminan siempre divorciándose. Esta es la carta, escrita por el marido de esta historia, y que no deja sin duda no dejará de hacerte reflexionar sobre el amor que debe existir en una relación de pareja y sobre todo en el matrimonio. Una carta que sin duda te conmoverá.
Llegué a casa una noche y, cuando mi esposa estaba sirviendo la cena, le tomo su mano y le dijo: «Quiero el divorcio». Ella no parecía estar molesta por mis palabras. Por el contrario, suavemente me preguntó el por qué. Yo evitaba la pregunta, y esto la hizo enojar. Y gritó, “¡no eres un hombre!”
No hable con ella esa noche. Ella estaba llorando. Sabía que quería averiguar lo que había pasado a nuestro matrimonio. Yo con un profundo sentido de culpa, había redactado un acuerdo de divorcio en el que se indicaba que ella podría mantener la casa, el coche y una participación del 30% de mi empresa. Ella lo miró y lo rompió en pedazos.
En la mañana siguiente ella presentó las condiciones del divorcio: ella no quería nada de mí, pero solicitó que durante todo el mes ambos luchamos para vivir una vida tan normal como sea posible. Sus razones eran simples: nuestro hijo tenía sus exámenes en un mes, y no quería desconcentrarlo con el divorcio de sus padres.
También me pidió recordar cómo la había llevado a la habitación nupcial en el día de nuestra boda y me pidió que yo la llevara cargada todos los días durante ese mes. Pensé que se estaba volviendo loca, pero para hacer soportable los últimos días juntos, acepté su extraña petición.
Nos sentíamos un poco extraños sobre todo el primer día, y al vernos nuestro hijo se puso alegre de la emoción y exclamo, ¡papá estaba cargando a mamá en sus brazos! Sus palabras provocaron una sensación de dolor en mí.
En el segundo día ya no fuimos tan torpes. Ella se apoyó en mi pecho, y yo podía oler la fragancia de su blusa. Me di cuenta de que ella ya no era joven. Había arrugas en su cara y su pelo era gris. Así fueron pasando los días y cada vez que la cargaba, sentía una sensación que nuestro sentido de intimidad crecía cada vez más.
Cada vez que la tenía en mis brazos, sentía una gran necesidad de estar con ella. Más sin embargo yo sabía lo que tenía que hacer. Al cumplirse el plazo no tuve más remedio que hablarle con la verdad a Jane la persona con la que había decidido cambiar a mi esposa y le dije: “lo siento, pero ya no quiero divorciarme de mi esposa”.
Ya todo estaba muy claro para mí. Había llevado a mi esposa en nuestra casa como en el día de nuestra boda, y lo haré “hasta que la muerte nos separe”. De camino a casa compré un ramo de flores para mi esposa, y cuando la vendedora me pidió que escribiera en la tarjeta, sonrió y dijo: “te voy a llevar en mis brazos todos los días hasta que la muerte separe”.
Llegué a casa, con las flores en mis manos y una gran sonrisa en mi cara. Pero mi esposa había muerto mientras dormía. Resulta que ella había estado luchando contra el cáncer desde hace unos meses, pero estaba demasiado ocupado con Jane que nunca me di cuenta.
Los pequeños detalles de nuestras vidas, que inicialmente piensas que pudiera ser aburridos y sin importancia, son lo que realmente importan en una relación; no la mansión, el coche, las propiedades o el dinero en el Banco.
Estas cosas pueden crear un entorno favorable para la felicidad, pero no pueden proporcionarte la felicidad que das a la persona que amas y viceversa.
Así que encuentra el tiempo para ser amigo(a) de tu pareja y hacer esas pequeñas cosas para construir intimidad.
Compartir esta historia hermosa y muy significativa con todos sus seres queridos.